Excerpt: Una sirena en la mar


Capítulo uno: Un amanecer sobre el mar


“Qué necesidad la tuya de querer pintar todos los amaneceres de San Carlos. ¿Es que no son todos iguales?” Mario tomó asiento junto a Luna. La arena aún no se había calentando con los rayos del sol. Seguía un poco húmeda por la alta marea del mar.

“Qué necesidad la tuya de preguntarme la misma pregunta todas las mañanas.” Luna sonrió. “Para contestar tu pregunta, no todos los amaneceres son iguales. Algunas como el amanecer de hoy está cubierto con algunas nubes en la distancia. Eso es porque viene una pequeña pero segura tormenta para esta tarde.” Luna le dio sus últimos toques a la pintura y puso de brocha sucia de pintura en una lata de agua.

Mario miró a la distancia. Sus ojos quedaron distraídos por los bellos colores amarillos que iluminaban el cielo. “Yo sé que algún día Luna, vas a poder colgar todas esas pinturas tuyas en el museo de Bellas Artes.”

“Dios te oiga.”


La familia de Mario y Luna eran vecinas. Mario vivía con su padre Raúl; Raúl era un pescador. Él tenía un puesto en el mercado donde vendía las criaturas que encontraba en el mar. Mario era todo lo contrario. Ya que su padre se había esforzado para darle una educación, Mario se había unido a la policía, era detective y la mano derecha del comisionado.


Luna vivía con su madre Evangelina era costurera y su hermana Jenny era estudiante de la universidad y sirvienta en la casa de la familia Montenegro. Luna era maestra en la escuela pública del pueblo. Aunque no le pagaban lo que una persona universitaria merecía, era suficiente para Luna comprar sus pinturas y ayudar su familia.


Ellos vivían junto al mar. Eran las únicas casas que quedaban. El mar se había llevados las otras casas que quedaron abandonadas. Las personas la fueron abandonando mientras la tecnología fue avanzando. Esas casas junto al mar no tenían servicio de teléfonos y tampoco cable para las televisiones. Luna, Mario y Jenny crecieron sin esas comodidades y en vez se habían preocupado por estudiar y trabajar.


“Dígame señor detective, que está usted investigando ahora?” Luna preguntó mientras organizaba todas sus pinturas y brochas en su caja. Ya había terminado y era tiempo de prepararse para ir a trabajar.

“Bueno, por ahora solo estoy investigando unos robos. En este pueblo no sucede nada de mucha importancia. Para decirte que el Comisionado Cortes está preparando una fiesta este fin de semana. Claro que tú y Jenny están invitadas.” Mario se sacudió la arena del pantalón. “Que dices?”
“Bueno, está bien.” Luna cuidadosamente tomó la pintura, pero ponerla junto a sus otros amaneceres en su habitación. Dejo el caballete porque mañana nuevamente se levantará para hacer otra pintura del amanecer.

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